Descubriendo tu superpoder





Esta primera clase del taller de iteración tuvo como peculiar característica ser la primera instancia presencial desde que a comienzos del año pasado irrumpiera la pandemia y transformara la manera en que nos relacionamos, eliminando algunos hábitos y creando otros nuevos. La sensación de regresar al aula es un tanto extraña. Por un lado esta la incomodidad de retomar la vieja tradición de despertarme una hora antes para tomar el transporte publico (y aún así llegar tarde porque la avenida estaba cortada debido a un accidente). Por el otro la posibilidad de re-encontrarme nuevamente con mis compañeros de una manera inmersiva que por el momento solo la presencialidad permite. Convertir rostros en personas es un proceso que nunca deja de sorprenderme.

El onboarding fue un tanto extraño, especialmente teniendo en consideración la fricción que genera el transporte publico. Hacia tiempo que no experimentaba el estrés de los percances, de los infortunios. Pero todo eso paso a un segundo plano cuando arribe al aula y me encontré nuevamente con el entusiasmo de aprender. En la virtualidad logramos grandes avances que nos permitieron trascender algunas concepciones arraigadas sobre la educación. Sin embargo, es innegable que herramientas como Zoom, aunque ofrecen un servicio increíble, no pueden capturar en su bidimensionalidad la experiencia de la conversación presencial. Esto lejos de desmotivarnos debe servirnos como un benchmark con el cual evaluar futuras experiencias inmersivas, especialmente aquellas orientadas a transformar la manera en que interactuamos y aprendemos.

En la clase exploramos los rasgos que caracterizan el espíritu del diseño. Debemos ser curiosos y abordar el presente con la mirada critica e imaginativa de un niño, desacostumbrándonos de lo cotidiano para apreciarlo desde nuevas y mas constructivas perspectivas. Y por sobre todo, es fundamental hacer, construir para aprender. Es así que me llevo como favorita la siguiente frase: “Existe descubrimiento en el hacer. Eso es lo que exploramos en esta materia.”. La actividad de la clase en un principio me resulto extraña, cuando recibí el muñeco no comprendía su significado. Al contarnos que debíamos imaginar un superpoder y decorarlo en consecuencia comencé a reflexionar. Es así que que elegí la intransigencia como cualidad distintiva, como superpoder.

Muchas veces esta característica, cuando esta debidamente templada, nos permite trascender los usos y costumbres de nuestro contexto para remontarnos y en la persistencia de la obstinación descubrir nuevos paradigmas mas allá de los incontables fracasos que seguramente el camino como diseñadores, y como personas, nos tenga deparados. Solo cuando decidimos ser auténticos con nosotros mismos y aceptamos en sacrificio exponernos a los recelos y las miradas mezquinas para defender nuestra visión es que podemos conquistar la libertad para crear. Esto no significa que debamos ignorar la retroalimentación que nos brindan nuestros compañeros. Al contrario, cuando nos encontramos seguros de nuestra visión de futuro es que tenemos la confianza para verdaderamente incorporar la postura del otro y utilizarla para enriquecer y perfeccionar nuestras ideas. Por ejemplo: Ryo, opto por la Disciplina lo cual me llevo a la reflexión de que si no estamos determinados a mantenernos constantes en nuestra iniciativa de poco sirve que estemos dispuestos a sacrificarlo todo ¿Quién querría quemar los barcos para, en vez de arar la tierra, sentarse a contemplar las llamas?. María Paz por otro lado eligió la auto-expresión y otra de mis compañeras la capacidad de transmitir confianza, también cualidades fundamentales para hacer crecer la visión mas allá de lo individual y convertirla en un movimiento. Es en esta alineación sinérgica entre lo individual y lo colectivo que verdaderamente podemos construir con confianza sobre fundamentos solidos.

Intente plasmar esta impronta en la mirada confiada pero serena del muñeco. En su abdomen puede leerse la palabra "submit". Esta expresión reviste de un doble significado. Por un lado podria traducirse como "entregar": observa al individuo y le invita a dar todo lo que sea necesario para materializar su visión. Por el otro, en una segunda asepción podria entenderse como "rindete". No se dirige al propio individuo sino al mundo. En un contexto adverso y repleto de dificultades debemos mantenernos firmes y decirle gritar a los cautro vientos "rindete, sin importar cuato lo intentes no nos daremos por vencido.".

Joaquín Q.


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